domingo, 22 de mayo de 2016

Venezuela: unas reflexiones sobre la economía

Colas interminables para comprar productos básicos. La desesperación de much@s venezolan@s

Comentaba el otro día en un artículo sobre la injerencia interna y externa, violenta e ilegal que está sufriendo Venezuela  (y que pueden ver aquí y aquí), producto de la impaciencia de la oligarquía venezolana y la extranjera, especialmente la española y la estadounidense, por derribar el proyecto político que hay en Venezuela. Proyecto que se enfrenta a la tesitura de dar pasos avanzados y sin retorno hacia una sociedad socialista o ser engullido por los poderes internos y externos, que siguen teniendo gran parte del poder económico en Venezuela. Estamos ante una situación que no es fácil ni sencilla. 
La vía intermedia, y que se viene aplicando todos estos años, que es no discutir la posesión privada mayoritaria o total de los medios de producción y los medios financieros, está llevando al país a una situación crítica por desabastecimiento e inflación. Ambos generados por los intereses privados de quienes amasan fortuna provocándolas y buscan, además, la desestabilización del gobierno.
Si miramos a la evolución económica de Venezuela, vemos una gran relación entre la independencia y poder económico del Gobierno bolivariano y la mejora en las condiciones sociales y económicas de los más desfavorecidos.
La siguiente gráfica es ilustrativa de cómo tras la llegada de Hugo Chávez a la presidencia en Venezuela en febrero de 1999, hay una mejoría tendente a reducir la pobreza y pobreza extrema en los hogares venezolanos. Con una involución tras el golpe de Estado de la oligarquía en abril de 2002 y el paro petrolero promovido por ella de diciembre de 2002 a febrero de 2003. Una vez solucionado esto, y especialmente tras hacerse el estado con el control de la industria petrolera en 2003, el progreso es evidente, reduciendo un 39 % los hogares pobres y un 59 % los más severamente pobres. Lo que evidencia la capital importancia del control estatal de la economía para la reducción y finalmente eliminación de la pobreza y pobreza extrema.


Sin embargo, el dominio de los demás sectores económicos, incluido el financiero, estaba y está en manos privadas. Mientras el precio del crudo se mantenía en buenos niveles, como había dinero de sobra en la mayor reserva petrolífera planetaria, lo había para esta mejora social, pese a que ya se vislumbraba que la economía venezolana estaba coja por su escasa diversificación. Y así, cuando Arabia Saudí en una decisión conjunta con los Estados Unidos decidió hundir los precios del petróleo para dañar a Rusia y ya de paso también a enemigos como Venezuela, 2 las cosas cambiaron. De 140 dólares  por barril en 2008 se llega a 88 en 2014, en 2015 baja a la mitad, 44 y en enero se desplomaba a 24. 3 El dinero ya no llega para mantener el nivel de importaciones y la corrupción a todos los niveles se ha extendido promovida por el empresariado.
El Gobierno bolivariano temía con fundadas razones el sabotaje económico por parte de los medios y grandes propietarios. Por ese motivo, para evitar la evasión de capitales llevó a cabo un control del cambio, y para defender la capacidad adquisitiva de los más pobres entre los pobres estableció un control de precios sobre alimentos básicos. La intención era buena, pero los oligarcas y empresarios le buscaron la vuelta. Los poderes públicos entregaban divisas subsidiadas a la economía privada para la importación de alimentos, medicinas, maquinaria o repuestos de maquinaria. Los empresarios astutamente, pero inmoralmente, volatilizaban estos dólares del petróleo que les fueron dados. Por ejemplo, Venezuela importaba productos farmacéuticos en 2003 a  1,96 dólares por kilogramo, pero en 2014 a 86,80. De este modo el dínero público en dólares se evadía y se evade, contribuyendo a la corrupción y a la destrucción del propio estado. Además, se producía el acaparamiento de productos básicos de alimentación por los monopolios privados de la distribución y venta. El objetivo era doble, por una parte la guerra económica de los magnates contra el movimiento bolivariano, al que querían y quieren echarle la gente encima; y por otro, tanto o más importante, por el lucro personal. Recordemos que en Venezuela existe principalmente una economía capitalista, apenas socialista. Cuenta el enriquecimiento personal. De este modo y en lógica el empresariado toma para sus negocios privados, en el bachaqueo y mediante el soborno y corrupción, productos básicos de la dieta del venezolano, como son: harina de maíz precocida, café, arroz, azúcar, carotas (legumbres) o pastas alimenticias. Con lo que tiene una venta garantizada por su alta demanda. A esto se añade el monopolio de ellos desde la producción a la distribución y venta, no hay interferencia. Y, además, está el factor fundamental de que no son productos perecederos o muy perecederos; con lo que pueden almacenarlos un tiempo, provocando la escasez de alimentos comentada y disparando los precios. 4 El negocio es redondo. Los alimentos no sujetos a regulación de precios no son motivo de escasez y los que escasean en los mercados regulados están presentes en los no regulados, lo que muestra y demuestra que esta falta de alimentos se debe no a malas prácticas del gobierno, sino de los empresarios; para ganar más dinero, mucho más, y poner en no buen lugar al ejecutivo del palacio de Miraflores.
Hay que entender, que al contrario de la irreal imagen publicitada por los medios de comunicación corporativos, el empresariado nacional y las transnacionales extranjeras han hecho y hacen grandes negocios en la República Bolivariana. Ninguno de ellos se fue, están en el país, nadie les persiguió. Y se aprovechan, como se aprovechan, de la disposición y voluntad de su gobierno.
Como ejemplo podemos ver la diferencia de precios en determinados productos, bajo el control estatal o en el mercado negro en el barrio de Petare en Caracas a fecha de marzo de este año. La leche en polvo tenía como precio oficial 70 bolívares (Bs), sin embargo, en el negro era de 3000, prácticamente, ¡43 veces más! Ahí es nada. Creo que con cifras como esta entenderán que los dueños de las compañías productoras, distribuidoras y vendedoras irán a boicotear a los mercados gubernamentales, no solo por animadversión, sino por pura y dura codicia. Los beneficios son fabulosos.
¿Cómo puede evitar este juego sucio el gobierno? De diversas formas. Desde luego no basta con regular unos precios básicos si luego, como vemos, no hay productos que comprar porque te los hurtaron y los venden como quieren y donde quieren. Hay que ir, como se debe hacer siempre que se quiera solucionar algo, a las causas del problema. La entrada directa del estado mismo como importador, distribuidor y vendedor, evitando los intermediarios que dilapidan las divisas entregadas y desvían las mercancías al mercado negro que se lucra en la necesidad y hambre de los venezolan@s, sería un factor decisivo. Si a esto se plantea el ser también el productor, el círculo quedaría cerrado. No obstante, esto dicho no es algo sencillo, pues requiere de unos medios y conocimientos que el estado actual tal vez no sea capaz de abordar. Como tampoco se ve una capacidad clara en la erradicación de la corrupción en los mismos funcionarios y miembros del gobierno que contribuyen a este estado de las cosas. Además, y no en menor grado, está tal vez la falta de decisión del propio gabinete gubernamental para tomar medidas eficaces y valientes ante los serios avatares que afronta. Vemos que el presidente Nicolás Maduro advierte con expropiar y hacer públicas las empresas privadas que lleven a cabo actos de sabotaje económico dejando de producir, pero seguidamente, menos de 48 horas después, Miguel Pérez Abad, Ministro de Industria y Comercio, descartaba tal medida. 3
Como decía, no es una situación fácil a la que se enfrenta Venezuela. Aunque los nubarrones que se ciernen sobre el movimiento chavista están a punto de descargar impetuosa tormenta, que posiblemente hará naufragar a la nave y timón de ese proyecto. Dando lugar a un estallido de violencia y represión contra la gente, que organizada como está, no se resignará a vivir en la miseria de los tiempos pasados, antes de la llegada de Hugo Chávez.

Referencias:
1. Juan Torres. La Venezuela bolivariana en datos y no en juicios de valor. Ganas de escribir. 7.03.2013. Enlace.
2. Mahdi Darius Nazemroaya. Oil prices and energy wars: the empire of frack versus Russia. Strategic Culture Foundation. 5.12.2014.
3. Jorge Martín. Venezuela - a last warning. www.marxism.com 19.05.2016.
4. Luis Britto. La mano visible del mercado. 
http://luisbrittogarcia.blogspot.com.es. 21.5.2016.

2 comentarios:

  1. De acuerdo con las aclaraciónes y análisis que este artículo hace sobre Venezuela;con ello se comprende que el capitalismo no se puede reformar y,menos costruir el socialismo sin expropiar lo fundamental de la economia y la destrución del aparato del estado que lo sostiene.

    Cuando se empieza una revolución hay que terminarla,no se debe dejar a medias, pues la reacción de las clases altas en estrecha colaboración con el capitalismo inernacional, reaccionarán como una fiera que ha sido herida,que se ve amenazada,pero que conserva la fuerza suficiente para devorar a quien le ha herido.

    Mucho se ha escrito sobre el socialismo del siglo XXI;no dudo de las buenas intenciones de sus teóricos;pero la historia nos ha demostrado que esa via- aunque con nombres distintos- ha sido asesinada en cuantos paises lo han intentado."El estado y la revolución",escrito por Lenin,sigue vigente,nos enseña el camino a seguir.

    ResponderEliminar
  2. El capitalismo es un sistema que ha desarrollado mecanismos de todo tipo para su desarrollo e implementación político social, lo lleva haciendo siglos. La llamada democracia burguesa y todos sus resortes, ideología, sufragio universal, poderes etc. son las herramientas genuinas de su clase social o armas que le permitiram desenvolverse hegemónicamente en el Estado, Estado que no olvidemos está al servicio mayoritario de su clase social que le permitirá siempre imponerse a la clase trabajadora. Que aunque esta clase trabajadora controle el gobierno pero no así el Estado y todos sus resortes, nunca podrá liberarse y progresar empleando los mismos mecanismos y herramientas que emplea la burguesía porque estos han sido diseñados por esta y para ella misma ,sino que debe implementarlos por si misma construyendo un nuevo Estado, un Estado que esté al servicio de la clase trabajadora. Y claro, esto requiere la toma del poder del Estado

    http://beniezu.blogspot.com.br/2015/12/venezuela-sera-viable-la-revolucion.html

    ResponderEliminar

Puede poner aquí sus opiniones, siempre con respeto y con ánimo de enriquecer y fomentar el debate.
Las personas que participen deberán identificarse con el fin de que asistamos a un debate e intercambio de opiniones en condición de igualdad.
Gracias-Mila esker-Thank you.