jueves, 5 de noviembre de 2015

La violencia en Venezuela



 Las "revoluciones de colores", promovidas por el poder económico industrial y financiero occidental, tratan de engañar e indignar a la población de Europa y Estados Unidos para, creando mundos y realidades imaginarias, promover una destrucción de los gobiernos y movimientos políticos independientes de otros países que velan por el interés y bienestar de sus ciudadanos y no por el de las grandes fortunas privadas.

A menudo oirán en los medios de comunicación que en Venezuela, desde que llegó Hugo Chávez como presidente en febrero de 1999, no hay una verdadera democracia, no se respetan las libertades y se persigue, incluso con violencia, a los opositores. Esto creo que lo habrán escuchado miles de veces. Sin embargo, tal perorata choca frontalmente con los sucesos y hechos reales acaecidos y que acaecen en este país, Venezuela.
Hugo Chávez fue elegido una y otra vez por la mayoría de los venezolanos en unas elecciones avaladas por cualquier organismo mínimamente honesto y objetivo. Las elecciones en Venezuela se consideran más limpias y transparentes que las celebradas en países como España o Estados Unidos. Además, el presidente Hugo Chávez se sometió él mismo a votación, a un referéndum preguntando a los venezolanos si querían que siguiese, y de nuevo la mayoría de los venezolanos le dijeron que sí al presidente. Esta actitud tan democrática y honesta que mostró Chávez es un caso prácticamente singular en el mundo. Ustedes no lo verán en España, Inglaterra, Francia o Estados Unidos, porque sus presidentes: Rajoy, Cameron, Hollande o Obama saben de antemano que una consulta así arrojaría un resultado negativo, muy negativo, para ellos y su sistema político, con la mayoría de sus conciudadanos votando en contra de ellos; en realidad, en las votaciones en estos estados apenas reciben un 30 % de las papeletas de sus potenciales electores, por lo que ya se pueden imaginar, y no hace falta mucha imaginación, el 60 % o más de rechazo que podrían tener. Esto muestra que la calidad democrática de Venezuela es bastante superior a todos estos países y por extensión a la mayoría de, sino todos, los países occidentales.
Respecto a otras faltas de libertades, por supuesto no la de poder votar y elegir, ya expuesta, como puede ser la libertad de expresión o de prensa, resulta que tal acusación se da de lleno con una realidad contraria, pues la inmensa mayoría de los medios de comunicación estaban y están en manos de la llamada oposición, es decir, la oligarquía que dominaba a Venezuela antes de 1999. Aquí tienen unas cifras bastante demoledoras:
Los medios privados venezolanos están en un proceso de sostenida expansión que desmiente la idea de que el Estado les imponga frenos o cortapisas. Citemos cifras contundentes de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones. Para 2012 circulan 334 publicaciones periódicas; de ellas un centenar son cotidianos. La mayoría son abiertamente opositoras al Gobierno. Sólo dos guardan un relativo equilibrio en la información, según mediciones del comunicólogo opositor Marcelino Bisbal: Últimas Noticias (Caracas) y Panorama (Maracaibo). Apenas tres (03) diarios, aparecidos en los últimos años, no son opositores: Diario Vea, Correo del Orinoco, y Ciudad Caracas. 
Para 1998 funcionaban 331 emisoras de FM comerciales privadas y apenas 11 de servicio público. Para 2012 estas cifras casi se duplican: hay 499 emisoras FM comerciales, 83 de servicio público y 247 comunitarias. En 1998 emitían en señal abierta 36 televisoras comerciales y 8 de servicio público; para 2012 las cifras casi llegan al doble, pues funcionan 67 comerciales, 13 de servicio público y 38 comunitarias. Advirtamos que las emisoras comunitarias tienen alcance limitado a una parroquia o un distrito, y que su existencia a veces es efímera. 1
En relación a la violencia, fue muy publicitada una de tantas  supuestas represiones, en este caso hablando también de supuestas protestas estudiantiles a comienzos de 2014. Aquí también una cosa es lo que las televisiones, radios y prensa dijeron con efusividad y emotividad y otra lo que los venezolanos sufrían. Las protestas "estudiantiles" eran protagonizadas principalmente por no estudiantes y entre los escasos estudiantes por aquellos pertenecientes a las clases altas, una clara minoría. Junto a ello la violencia sí apareció, pero no por una imaginaria represión; lo de las imaginarias represiones es ya un argumento tan falso como concurrido por los medios corporativos y aquellos que aparentemente no lo son pero siguen el guion de las corporaciones. De hecho, la violencia venía por parte de esos apodados como "estudiantes", fundamentalmente mercenarios contratados para crear caos y poder acusar al Gobierno de reprimir a su población, dando un motivo para la indignación internacional que conduciría a la intervención (militar) occidental, tan deseada por el poder económico exterior e interior. Aquí tienen más datos, que pueden verificar con cualquier estudio serio sobre el tema:
Una conjura de los medios nacionales e  internacionales pretende presentar a los terroristas como “estudiantes” y “pacíficos”. Las cifras dicen otra cosa. A principios de mayo, la Fiscal Luisa Ortega Díaz revela que desde el 12 de febrero fueron  detenidas unas 800 personas, la mayoría de ellas sólo retenidas para evitar que continuaran con los actos violentos y liberadas a las pocas horas, de las cuales unas 174 quedaron en definitiva privadas de libertad mientras avanzaban las averiguaciones. De estos detenidos, apenas 12 eran estudiantes, menos del 7%. También a principios de mayo las autoridades allanan varios campamentos establecidos en la vía pública para mantener focos de perturbación permanentes, y detienen 243 personas.  No más de un 20% de ellas  eran estudiantes. El cuerpo de vigilantes de la Universidad Central de Venezuela detiene en el recinto a cinco violentos con armas. Sólo uno era estudiante, pero de otra universidad. La rectora hace despedir a los vigilantes por cumplir con su deber. 2
Y sobre las víctimas cabe decir que en su inmensa mayoría no pertenecían a la oposición:
Tras la capucha, mienten los medios internacionales y nacionales, se ocultan seres “pacíficos”. La violencia que desencadenandesde el 12 de febrero arroja un saldo de 42 muertos. Éstos se pueden separar en las categorías siguientes: 1) 20 víctimas fatales bolivarianas, que comprenden: 9 militantes del PSUV y agrupaciones sociales afines, 10 miembros de  cuerpos de seguridad pública del Estado (GNB, PNB y el SEBIN) y 1 fiscal del Ministerio Público. 2) 15 ciudadanos cuya filiación política no se conoce, víctimas de diversos episodios de violencia 3) el resto de víctimas fatales se podrían adscribir a la oposición, de los cuales sólo 8 fallecieron por actos imputables a las autoridades, y 7 fueron víctimas de incidentes o peleas debidas a  sus cortes viales, o  de sus propios actos: uno murió al accionar un mortero improvisado, otro se electrocutó al reponer un obstáculo  para una barricada, un tercero cayó desde la azotea de su propia casa. No incluimos en este listado asesinatos horrendos cometidos contra bolivarianos o contra personas notables con presumible intención terrorista, pero en relación con los cuales no hay todavía pruebas definitivas. 2
Comprobar estos datos y ver que no se corresponden en absoluto con lo reflejado por los medios puede ser un amargo trago para quienes no están acostumbrados a indagar y buscar la verdad de los hechos, pero es una buena práctica para aquellos que desean conocer el mundo en el que viven en su verdadera naturaleza y no en una adulterada para el engaño, la explotación y la muerte de las personas.
Si queremos ver violencia real y cruel contra los estudiantes no podremos encontrarla en los Gobiernos de Chávez o de su sucesor Maduro, tendremos que ir tiempo atrás, cuando gobernaba esa oposición que ahora, falsamente, habla de democracia, tolerancia y libertad. Vean:
Lo que nosotros hemos visto en Venezuela de la actuación policial no se puede comparar, no es la misma práctica policiaca en la época en que nosotros fuimos dirigentes estudiantiles en los años 70, 80 o 90, a la actuación que tienen los cuerpos policiales ahorita. En la época de nosotros, la policía, déjame decirte, un helicóptero tiraba ráfagas de balas a las marchas. En esta época no vemos eso. Hay una larga lista de estudiantes que fueron muertos entre los años 70 y los 90 por parte de la policía, de la policía metropolitana. Había compañeros con las uñas destrozadas, les habían sacado las uñas con alicates, tenían marcas en el cuerpo y habían sido sometidos a corrientes eléctricas e incluso yo fui testigo de algo que es espeluznante, contarlo ahorita todavía me remueve. Yo vi como a unos compañeros en la cota 1.000 los intentaban tirar por allí, los dejaban colgando de una pata. [Naty Vásquez. Dirigente estudiantil]. 3
En ese tiempo sí tienen violencia real y represión real por parte del gobierno en Venezuela. Aunque, claro, de esto las organizaciones "humanitarias" no les han hablado, callan como prostitutas que son y se venden a quien tiene y les da dinero para sus innobles e indecorosos propósitos. Con la diferencia, notoria, de que las prostitutas de a pie se venden para sobrevivir, en cambio estas organizaciones lo hacen para ganar notoriedad, riqueza y supuesto prestigio a costa del sufrimiento y muerte de otras personas; algo poco encomiable.
En Venezuela para mantener su mayoría parlamentaria el gobierno de Acción Democrática ilegalizó a la izquierda y encarceló a sus diputados. Las fuerzas progresistas no tuvieron más camino que  una lucha armada revolucionaria que se prolongó prácticamente desde 1962 hasta 1987. Los  gobiernos de la Cuarta República la reprimieron con  ferocidad: torturas, exilios, asesinatos, desapariciones, masacres,  bombardeos, desplazamientos forzosos de campesinos,  Teatros de Operaciones donde no entraban ni Constitución ni tribunales ni fiscales. Ni mucho menos la mercenaria Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, fundada en 1959 y para la cual ninguno de estos horrores existió. 4
El número de asesinatos políticos de esta represión sin cuartel, sin contar el Caracazo de 1989, en el periodo de la Cuarta República (1956-1999), se estima en al menos 8.000 y las víctimas, con cifras muy conservadoras, en torno a 25.000.
Supongo que ahora pueden ir entendiendo de dónde y por qué emergió el movimiento bolivariano encabezado por Hugo Chávez.
También, además de las citadas, tenemos otra violencia que ha existido de forma crónica en Venezuela y que ha sido silenciada tanto por los medios corporativos venezolanos como por los que ustedes ven a lo largo y ancho del mundo. Me estoy refiriendo a la violencia de la explotación, de la miseria a la que han conducido históricamente a la mayor parte de la población  venezolana, la violencia del hambre y de la falta de recursos. Aquí  tienen como se ignoraba y se ignora esta clamorosa realidad, incluso, y especialmente, desde un punto de vista económico:
Los indicadores monetarios favorables y lo que se ha descrito como "la posición privilegiada de Venezuela", no obstante, enmascaran y oscurecen la cruda realidad: el drama interno de la pobreza rural y urbana, la desnutrición infantil y el desaliento de grandes sectores de la población. Las formalizaciones parciales del economista liberal excluyen de manera conveniente esta realidad de su modelo interpretativo... 5.
El objetivo de este drama, expresamente creado, es evidente, la explotación, la mano de obra barata ,casi esclava, sino esclava, que se vende por sueldos de verdadera hambre:
...la dinámica del sistema se apoya en la no incorporación y en la marginación social de un gran sector de la Fuerza de Trabajo. El proletariado no incorporado, o los sectores marginados, aún cuando no contribuyan explícitamente a la producción, desempeñan, sin embargo el importante papel de mantener el salario industrial a nivel de subsistencia y constituyen un "ejército de reserva de desempleados" para la clase empresaria a ser utilizado en caso de que el proletariado incorporado se torne hostil y/o reivindicativo. 5.
Ahora, cuando les hablen de violencia y cuando vean los indicadores económicos siguientes (y en las notas adjuntas), 6, 7, 8 tras los gobiernos de Chávez, con la reducción drástica de la pobreza y pobreza extrema, la eliminación del analfabetismo y la creación de un futuro de esperanza y prosperidad para la mayoría de la población, ahora, decía, tendrán verdaderos argumentos para no dejarse engañar por aquellos que no persiguen contar la realidad,   promover la justicia, la libertad o el respeto por las personas, sino que están pensando, con nada buenas intenciones, en el abuso de unas personas por otras, siendo ellos, no por casualidad, pertenecientes o colaboradores de esas clases sociales que se hicieron y se hacen ricas a costa de la desdicha y explotación sobre sus semejantes.
La realidad de la violencia en Venezuela es meridiana si la quieren ver, pero no la verán en las televisiones o en los quioscos, tampoco la oirán en la radio.


PS:
Aquí tienen otros artículos relacionados con Venezuela que les recomiendo conocer para entender lo que allí ocurre o ha ocurrido:

La "nueva" amenaza sobre Venezuela: Parte IParte IIParte III

Venezuela, mirando al pasado

La miseria en Venezuela: cuando los medios de comunicación no se acordaban de ella.

Así era Venezuela cuando gobernaba la oposición

Venezuela, las guarimbas y el silencio europeo

Leopoldo López, no precisamente un opositor democrático y pacífico

En memoria de Hugo Chávez: el progreso en Venezuela y la envida de las clases altas

Venezuela, Ucrania, Siria, Libia..., la misma estrategia de subversión violenta

Amnistía Internacional y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos

Amnistía Internacional en Venezuela: ¿defendiendo la libertad de expresión?

Crímenes de odio en Venezuela en 2019.

Notas:
1. Luis Britto García. La libertad de expresión en Venezuela. Primera parte.  América XXI. Noviembre 2012.
2. Luis Britto. García. Tras la capucha. Luisbrittogarcía. Blogspot.com.es. 18.05.2014
3. Nuevas caras el mismo objetivo. 
https://www.youtube.com/watch?v=nS18FRpVKsI&index=24&list=FLTIBK9RVQpd9VB5L8xtvNEw.+
4. Luis Britto. Las víctimas no tienen quién les escriba. http://luisbrittogarcia.blogspot.com.es/. 24.10.2015
5. Michel Chossudovsky. La miseria en Venezuela. 1976. Enlace
6. Mark Weisbrot, Luis Sandoval y David Rosnick. Índices de pobreza en Venezuela: En búsqueda de las cifras correctas. CEPR. Mayo 2006.
7. Juan Torres. La Venezuela bolivariana en datos y no en juicios de valor. Ganas de escribir. 7.03.2013. Enlace
8. Resumen de indicadores socioeconómicos. Venezuela. Mayo 2010. http://es.scribd.com/doc/35067385/Resumen-de-Indicadores-Socioeconomicos-Venezuela-Mayo-2010.

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