lunes, 7 de octubre de 2013

La masacre de Srebrenica. Parte III

 Al Qaeda también estuvo en Europa de la mano de Estados Unidos, en Bosnia, como ahora lo está en Libia y Siria.
La foto corresponde a una práctica habitual y monstruosa de estos fanáticos, decapitar a personas. Como la del serbio Blagoja Blagojevic en Crni Vrh.


En cualquier conflicto, no importa de cual hablemos, debemos tener la precaución de que lo que damos por asumido y como sustento para otras afirmaciones y explicaciones tenga una base sólida, que haya evidencias bien contrastadas que nos aseguren lo que damos por cierto y que estemos hablando además de hechos bien contextualizados, y no de meras hipótesis sin evidencias o fuera de contexto, o de simple propaganda política. Así, en el conflicto en Bosnia durante la guerra contra Yugoslavia, se habló de "zonas seguras, "zonas desarmadas" y  que estas estaban bajo el control de Naciones Unidas. Esto es lo que se afirmó, pero en realidad no era muy cierto, poco tenía que ver con lo que realmente ocurría, y lo que es peor, constituyó y fue una cobertura y un medio por el que uno de los contendientes, en este caso los bosniomusulmanes bajo el mando de Izetbegovic, aprovecharon tal impunidad y tal cobertura para realizar ataques contra su rival, los serbobosnios, y más en concreto contra la población civil de estos, desamparada y aterrorizada. Estas tropelías no podían tener una respuesta proporcionada y adecuada, al buscar los agresores rápidamente el refugio ofrecido en estas "zonas o áreas seguras". Es lo que ocurrió en gran medida en Srebrenica y sus alrededores, donde todo un ejército bosniomusulmán se ocultaba en esta área "protegida" y "desarmada" y llevaba a cabo incursiones y matanzas en las localidades cercanas, sumando un monto de atrocidades y destrucción que pueden superar las 2.500 muertes. (1) De estos crímenes los medios de comunicación occidentales pasaron de largo, tan de largo que apenas hoy casi nadie en Europa occidental y en Estados Unidos los conoce. Sin embargo, todas estas matanzas constituyen la mayor parte de las masacres de Srebrenica, y la conocida como "masacre de Srebrenica" fue en realidad la respuesta final de venganza de los serbobosnios contra los soldados musulmanes que quedaron en aquella ciudad. Esta respuesta, que no fue ni de lejos en magnitud como se dice, y donde finalmente se pudieron ejecutar unos centenares de soldados, no tuvo ni la crueldad ni el número de muertos que tuvieron las primeras masacres. Estas primeras llevadas a cabo también contra niños, mujeres y ancianos. Es curioso que el general del que se habla como un verdadero monstruo en los medios de comunicación occidentales, Ratko Mladic, permitiese la salida de ancianos, mujeres y niños antes de la toma de Srebrenica, a los que pusieron autobuses para salir a una zona segura, (2) algo que difícilmente ustedes encontrarán en las guerras, y, sin embargo, de Nasser Oric, el líder de los bosniomusulmanes, del que apenas habrán oído mencionar y por el que el Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia (una creación al servicio de los poderes occidentales y de la OTAN) no muestra ni de lejos  el mínimo celo objetivo acusador hacia él que contra los serbobosnios, y eso pese a que él mismo reconoció y se enorgulleció de haber llevado a cabo estos pogromos y de haber evidencias documentales incluso grabadas en vídeo de sus atrocidades, no haya tales acusaciones y linchamiento público. En este, como en otros muchos más aspectos, existe claramente una diferente vara de medir.
Las cifras de las muertes difundidas por los medios de comunicación tuvieron en cuenta unas estimaciones poco precisas y además desvirtuadas de la Cruz Roja, con muy poca relación con los sucesos y los datos reales. Estas cifras se iban hasta 8.000 muertes, sin embargo, no hay ninguna evidencia de ello, no hay pruebas que confirmen que 8.000 soldados fueron ejecutados, ni cuerpos que lo atestigüen posteriormente, y eso a pesar de que se controló todo, incluso con satélites, y de que se rastreó y miró de arriba a abajo el territorio. Tal era la desesperación por encontrar muertos, que en las listas se apuntaron personas vivas, a los propios serbios y a personas por duplicado. Luego llegaron las pruebas de ADN que trataban de aportar un halo de prueba científica y de fiabilidad, pero olvidando que tal prueba puede aportar exactitud  para decir quién era la persona muerta, pero no dónde, ni cómo, ni cuándo murió.  El listado se engrosaba y aumentaba con muertos en fechas anteriores, en otros lugares y como consecuencia de combates, aun así no se llegaron a apenas un par de miles, incluidos muertos en combate. Ante esto se inventó la acusación de que los serbobosnios habían cambiado y ocultado los cadáveres, todo ello a pesar de que los controles vía satélite, la enorme presión ejercida por los ejércitos bosniomusulmán y croata apoyados desde el exterior, la falta de recursos y la ausencia de cualquier testigo en la zona nunca pudiesen confirmar tal cosa. Las estadísticas también son tozudas y los números no encajan. Teniendo en cuenta que Srebrencia contaba de 37-40.000 habitantes y que tras lo ocurrido se computaron 35.632 como desplazados supervivientes,  tanto por el Gobierno bosnio como la Organización Mundial de la Salud, y que de 2.000 a 3.000 soldados serbobosnios consiguieron huir de territorio serbio a un lugar seguro cerca de Tuzla, dato confirmado tanto por el Comité Internacional de la Cruz Roja como por el general Enver Hadzihasanovic, (3) hace que la suma de aparecidos, de supervivientes, sea de unos 38.000, con lo que nos quedan en el mejor de los casos en torno a 2.000 desaparecidos, en caso de que la población inicial fuese de 40.000.

Alrededor de 2.000 musulmanes que huyeron con la 28 División [del ejército Bosnio musulmán] fueron asesinados, la mayoría en combate, pero además cientos ejecutados por unidades paramilitares y un grupo mercenario. (3)

Estos datos empiezan a encajar con los hechos y las  cifras comprobadas. 
Como ven, no fue la mayor limpieza étnica ni la mayor matanza en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, ni siquiera fue la mayor ni la más cruel en Srebrenica y sus alrededores.
La exageración de tal suceso y el empequeñecimiento u ocultación a propósito de otros se debe a una estrategia política con fines nada loables que dura hasta nuestros días.

Notas:
(1) Carl Savich.  Srebrenica. The Untold Story. Enlace
() Carl Savich. Bosnian Muslims war crimes: 1990s Enlace
(2) Raymond K. Kent. Srebrenica: an appeal to reason. Global Research, 27.12.2005.
(3) Srebrenica propaganda challenged for independent research. Defense & Foreign Affairs Strategic Policy, July 2005 28 July 2005. Global Research.

Seguimos con el relato sobre la problemática de las acusaciones de la masacre y las cifras imposibles a cargo de Edward Herman.
3- La problemática de las acusaciones de la masacre.

En el momento de los sucesos de Srebrenica de julio de 1995 el escenario había sido bien preparado para hacer las acusaciones de la masacre efectivas. La serie de mentiras no había sido principalmente cuestionada en los grandes medios de comunicación, y el proceso de demonización y la dicotomía el bien frente al mal había sido establecida, el ICTY y los líderes de la ONU estaban siguiendo estrechamente la agenda de los Estados Unidos y de sus aliados de la OTAN, y los medios estaban a bordo como cobeligerantes.
En este ambiente, sacar de contexto fue fácil. Un elemento a tener en cuenta en el contexto fue el hecho de que el concepto de "área segura" fue un fraude, pues las áreas seguras se suponía que habían sido desarmadas, pero no lo fueron, y esto con la connivencia de la ONU. (28) Fueron usadas por consiguiente por los bosnio musulmanes en Srebrenica y en otros refugios seguros como plataformas de lanzamiento para los ataques sobre los pueblos serbios cercanos. En los tres años antes de la masacre bastante más
de un millar de serbios civiles fueron asesinados por las fuerzas musulmanas en gran cantidad de pueblos cercanos devastados; (29) y bastante antes de julio de 1995 el comandante musulmán de Srebrenica Nasir Oric orgullosamente mostraba a los periodistas occidentales vídeos de algunas de sus víctimas serbias decapitadas y se jactaba de sus asesinatos. (30) Testificando delante del tribunal el 12 de febrero de 2004, el comandante militar de la ONU en Bosnia en 1992 y 1993, el general Philippe Morillon, expuso su convicción de que el ataque sobre Srebrenica fue una "reacción directa" a las masacres de serbios por Nasir Oric y sus fuerzas en 1992 y 1993, masacres con las cuales Morillón era muy familiar. (31) El testimonio de Morillón no fue de interés para los medios occidentales, y cuando el ICTY finalmente difundió que iba a a acusar a Nasir Oric el 28 de marzo de 2003, muy posiblemente para crear la imagen de una igualdad judicial, fue acusado por el asesinato de solo siete serbios que fueron torturados y golpeados hasta la muerte después de su captura, y con la "destrucción gratuita" de pueblos cercanos. Aunque el se jactó abiertamente ante los periodistas occidentales de asesinar a civiles serbios, el ICTY según se afirma "no encontró evidencia de que había víctimas civiles en los ataques sobre los pueblos serbios en su teatro de operaciones". (32)
Cuando los serbobosnios capturaron Srebrenica en julio de 1995, se informó que el regimiento 28 del Ejército Musulmán Bosnio, que comprendía varios miles de hombres, justo había abandonado la ciudad. (33) Los medios de comunicación fallaron en preguntarse cómo una fuerza armada tan grande podía haber estado presente en una "zona segura" desarmada. Habiendo también tenido éxito en ignorar los abusos anteriores que venían del área de seguridad, esto les permitió seguir rápidamente una establecida línea de partido de un "genocidio" planificado y de inexplicable brutalidad en vez de la venganza,  la cual los medios la permiten como semi-exoneración de la violencia por las víctimas "dignas" (ej., los albanokosovares expulsando y matando a los serbios y gitanos después de la toma de la OTAN de Kosovo).
Un segundo elemento del contexto fue la posible base política para la rendición de Srebrenica por una fuerza armada en una buena posición defensiva, sobrepasando en número al Ejército serbobosnio por un ratio de 6 a 1 o de 8 a 1, pero retirándose antes del ataque, y sus líderes habiéndose retirado previamente por orden de los dirigentes de los musulmanes bosnios. (34) Esto dejó a la población desprotegida, e hizo a los cuadros del Ejército bosniomusulmán vulnerables mientras se retiraban en desorden hacia las líneas bosniomusulmanas. ¿Podría haber sido otra maniobra de autosacrificio de los dirigentes para provocar víctimas, quizás preparado para ayudar a cumplir el objetivo de Clinton de 5.000 e inducir una intervención más violenta de la OTAN? Estas preguntas nunca aparecieron en los grandes medios de comunicación.
Los sucesos de Srebrenica tuvieron una serie de características que hicieron posible acusar de 8.000 "hombres y niños" ejecutados. Una fue la confusión y no certeza sobre el destino de las fuerzas bosniomusulmanas que huyeron, algunas llegaron a Tuzla sin peligro, otras murieron en la lucha y otras fueron capturadas. La cifra de 8.000 fue primero aportada por la Cruz Roja, basada en una estimación poco rigurosa dijeron que el Ejército serbobosnio había capturado 3.000 hombres y que 5.000 se informó como desaparecidos. (35) Es bien sabido que miles de esos "desparecidos" habían llegado a Tuzla o fueron muertos en el combate, (36) pero en una sorprendente transformación mostrando el afán por encontrar a los bosnios serbios culpables y a los musulmanes víctimas, se ignoró que los que "llegaron a un lugar seguro y los muertos en combate" eran la base de ser los desaparecidos,  ¡y los desaparecidos fueron tomados como ejecutados! Esta conclusión engañosa fue ayudada por la referencia de la Cruz Roja de que 5.000 habían "simplemente desaparecido", además de su fallo para corregir esta acusación y su uso políticamente sesgado, a pesar de su propio reconocimiento de que "varios miles" de refugiados habían alcanzado Bosnia Central. (37) Esto además fue ayudado por los dirigentes bosniomusulmanes, por su rechazo a revelar los nombres y la cantidad de aquellos que llegaron a un lugar seguro, (38) pero había una disposición notable en el establishment occidental no solo para ignorar a aquellos que llegaron a lugar seguro, sino además a no tener en cuenta las muertes en combate y tomar los cuerpos muertos como prueba de ejecuciones. La voluntad para creer aquí no tenía límites: el reportero David Rohde vio un hueso sobresaliendo en un cementerio cerca de Srebrenica, con lo cual el supo ya por instinto que era la prueba de una ejecución y una evidencia seria de una "masacre". (39) Fue una práctica habitual de los medios ir de una acusación hecha y no probada de miles de desaparecidos o un informe de los huesos no cubiertos en un cementerio a la conclusión que la acusación de 8.000 ejecutados estaba por consiguiente demostrada. (40)
Con 8.000 ejecutados y miles muertos en el combate debería haber habido enormes fosas y evidencia por satélite de tanto las ejecuciones, los enterramientos y cualquier eliminación de cuerpos. Pero la búsqueda de cuerpos en los alrededores de Srebrenica fue dolorosamente decepcionante, con solo unos dos mil cuerpos encontrados en búsquedas a lo largo de 1999, incluyendo cuerpos  muertos en combate y posiblemente cuerpos serbios, algunos anteriores a julio de 1995. La escasez de estas búsquedas llevaron a acusaciones de supresión de cuerpos y reenterramiento, pero esto fue particularmente poco convincente, pues los serbobosnios estuvieron bajo intensa presión militar después de julio de 1995. Este fue el periodo cuando la OTAN estaba bombardeando las posiciones serbias y los ejércitos croata y musulmán se estaban dirigiendo hacia Banja Luka. El ejército serbobosnio estaba a la defensiva y estaba muy escaso de equipamiento y recursos, incluyendo gasolina. Para haber montado una operación de la magnitud requerida para exhumar, transportar y reenterrar miles de cuerpos habría estado muy lejos de la capacidad del Ejército serbobosnio en aquel momento. Además, llevando a cabo tal programa difícilmente podrían esperar escapar al control del personal de la OSCE, de los civiles locales y de las observaciones por satélite.
El 10 de agosto de 1995 Madeleine Albright mostró algunas fotos por satélite en una sesión cerrada del Consejo de Seguridad como parte de la denuncia de los serbobosnios, incluyendo una foto mostrando a gente -supuestamente bosniomusulmanes cerca de Srebrenica- reunidos en un estadio, y otra supuestamente tomada poco después mostrando un campo cercano con suelo "removido".  Estas fotos no se han mostrado nunca públicamente, pero incluso si son genuinas no prueban ejecuciones o enterramientos. Además, aunque el ICTY habla de "un esfuerzo organizado y completo" para esconder los cuerpos, y David Rohde acusó de "un enorme esfuerzo de los serbios para esconder los cuerpos", (41) ni Albright ni nadie más ha mostrado alguna vez una foto de satélite de gente siendo realmente ejecutada, enterrada o desenterrada para volver a enterrar, o de camiones transportando miles de cadáveres a alguna parte. Este espacio en blanco ocurrió a pesar del aviso de Albright a los serbios de que "estaremos mirando" y haciendo en aquel tiempo al menos 8 reconocimientos por día con satélites   y drones geoestacionarios capaces  de merodear y tomar detalladas fotos de Bosnia durante el verano de 1995. (42) Los grandes medios de comunicación han encontrado este fallo de confirmación como algo sin interés.
Ha habido un gran número de cuerpos recogidos en Tuzla, unos 7.500 o más, muchos en malas condiciones o solo partes, su recogida y manejo han sido incompatibles con las normas profesionales forenses, su procedencia es poco clara y su vinculación con los sucesos de julio de 1995 en Srebrenica no probada y a menudo improbable, (43) y la forma de su muerte habitualmente incierta. Curiosamente, aunque los serbios eran regularmente acusados de intentar esconder cuerpos, no ha habido ninguna  indicación de que los musulmanes bosnios, hace tiempo a cargo de la búsqueda de los cuerpos, podrían cambiar de sitio los cuerpos y de esta forma manipular las evidencias, a pesar de su considerable registro de manipulación. Un intento sistemático de usar ADN para rastrear conexiones con Srebrenica está en marcha, pero conlleva muchos problemas, además de la integridad del material estudiado y del proceso de investigación, y de que no resolverá la pregunta de diferenciar ejecuciones de muertes en combate. Hay además listas de desaparecidos, pero estas listas son gravemente defectuosas, con duplicaciones, individuos listados que habían muerto antes de julio de 1995, que huyeron para evitar el servicio militar en el ejército serbobosnio, o quienes se registraron para votar en 1997, e incluyen aquellos que murieron en combate, que alcanzaron un lugar seguro o que fueron capturados y llevaron una nueva vida en otra parte. (44)
La cifra de 8.000 es además incompatible con la base aritmética de los números de Srebrenica antes y después de julio de 1995. Las personas desplazadas de Srebrenica -esto es, los supervivientes de la masacre- registradas en la Organización Mundial de la Salud y en el Gobierno Bosnio a principios de agosto de 1995 sumaban 35.632. Los hombres musulmanes que alcanzaron las líneas musulmanas "sin que sus familias fueran informadas" sumaban al menos 2.000 y alrededor de 2.000 fueron muertos en la lucha. Esto da 37.632 supervivientes más los 2.000 muertos en combate, lo cual requeriría que  la población de Srebrenica fuese antes de la guerra de 47.000, si 8.000 fueron ejecutados, mientras que en realidad la población antes de julio era de 37-40.000 (la juez del Tribunal Patricia Wald dio 37.000 como su estimación). Los números no cuadran.(45)
Había testigos de matanzas en Srebrenica, o aquellos que decían ser testigos. No había muchos de estos y algunos tenían un interés político personal o eran no creíbles, (46) pero varios eran creíbles y estaban probablemente hablando de sucesos reales y nada agradables. Pero aquí estamos hablando de la evidencia de centenares de ejecuciones, no de 8.000 o nada cercano. La única acusación de un testigo participante directo que ascendía a un millar fue de Drazen Erdemovic, un croata asociado con un grupo mercenario de asesinos a cuyos miembros se pagó 12 kg de oro por su servicio en Bosnia (de acuerdo al mismo Erdemovic) y que finalizó trabajando en el Congo para los servicios de inteligencia de Francia. Su testimonio fue aceptado a pesar de su vaguedad y de sus inconsistencias, falta de corroboración y de sufrir problemas mentales, suficiente para descalificarlo del juicio, pero no de testificar delante del Tribunal, libre de interrogatorio, a menos de dos semanas de su descalificación del juicio. Esta y otras evidencias de los testigos sufrieron de serios abusos de negociación de penas [aceptación de culpabilidad en cierto grado a cambio de no ser jugado por una culpa más grave], según lo cual los testigos podrían recibir sentencias reducidas si cooperaban suficientemente con la fiscalía. (47)
También es además destacable cuántos obervadores relativamente imparciales en o cerca de Srebrenica no vieron ninguna evidencia de las masacres en julio de 1995, incluyendo los miembros  de las fuerzas holandesas presentes en el "área segura" y gente como Henry Wieland, el jefe investigador de la ONU en los supuestos abusos de los derechos humanos, quien no podía encontrar testigos de las atrocidades después de entrevistar entre los 20.000 supervivientes de Srebrenica reunidos en el campo de refugiados en el aeropuerto de Tuzla,. (48)

28.  Politics of War Crimes, Bogdanovich,  chap. 2, "Prelude to Capture."

29. Detailed evidence was presented to the UN  on "War Crimes and Crimes of Genocide in Eastern Bosnia (Communes of Bratunac Skelani, and Srebrenica) Committed Against the Serbian Population from April 1982 to April 1993," by the Yugoslav Ambassador to the UN; see also Joan Phillips, "Victims and Villains in Bosnia's War," Southern Slav Journal, Spring-Summer 1992.

30. Bill Schiller, "Muslims' hero vows he'll fight to the last man," Toronto Star, January 31, 1994; John Pomfret, "Weapons, Cash and Chaos Lend Clout to Srebrenica's Tough Guy," Washington Post, February 16, 1994.

31. Carl Savich, "Srebrenica and Naser Oric: An Analysis of General Philippe Morillon's Testimony at the ICTY," http:/www.serbianna.co.
32.  "No Evidence of Civilian Casualties in Operations By Bosnian Commander," BBC Monitoring International Reports, April 11, 2003; for a review of Oric's operations and a critical analysis of  the ICTY decision, Carl Savitch, "Srebrenica: The Untold Story," http://www.serbianna.com/columns/savich/o51.html.
33. Politics of War Crimes, chaps 2-3. The UN estimated that there had been 3-4,000 Bosnian Muslim soldiers in Srebrenica just before its fall.
34. Ibid.
35. Politics of War Crimes,  chap. 2.
36.  "Conflict in the Balkans, 8000 Muslims Missing," AP, New York Times, Sept. 15, 1995.
 37. One  Red Cross official told a German interviewer that the Muslims who reached safety "cannot be removed  from the list of missing....because we have not received their names," quoted in Pumphrey, "Srebrenica: Three Years Later, And Still Searching." See also, "Former Yugoslavia: Srebrenica: help for families still awaiting news," International Committee of the Red Cross, September 13, 1995  http://www.icrc.org/Web/Eng/siteeng0.nsf/iwpList74/7609D560283849CFC1256B6600595006
38. Ibid.
39. Johnstone, Fools' Crusade, p. 76.
40. This jump from a few bodies to 8,000 was recently illustrated in the treatment by Tim Judah and Daniel Sunter in the London Observer of the video of  six killings of Bosnian Muslims, given heavy publicity in June 2005-it is the "smoking gun,...the final, incontrovertible proof of Serbia's part in the Srebrenica massacres in which more than 7,500 Bosnian Muslim men and boys were murdered." ("How the video that put Serbia in dock was brought to light," June 5).
41. ICTY, Amended Joinder Indictment, May 27, 2002, Par. 51: http://www.un.org/icty/indictment/english/nik-ai020527c.htm.; David Rohde, "The World Five Years Later: The Battle of Srebrenica Is Now Over The Truth," New York Times, July 9, 2000.
42. Steven Lee Meyers, "Making Sure War Crimes Aren't Forgotten," New York Times, September 22, 1997. In fact, one U.S. official acknowledged  in late July 1995 that  "satellites have produced nothing." Paul Quinn-Judge, "Reports of Atrocities Unconfirmed So Far: U.S. Aerial Surveillance Reveals Little," Boston Globe, July 27, 1995.
43. The web site of the International Commission on Missing Persons in the Former Yugoslavia acknowledges that the bodies "have been exhumed from various gravesites in northeast HiH," not just in the Srebrenica region; quoted in a 2003  Statement by ICMP Chief of Staff Concerning Persons Reported Missing from Srebrenica in July 1995, Gordon Bacon.
44.  Politics of War Crimes, Rooper, chap. 4, "The Numbers Game."
45. Ibid.
46. Ibid.; also,  Politics of War Crimes, Szamuely, chap. 5, "Witness Evidence."
47. Szamuely, "Witness Evidence."
48. Tim Butcher, "Serb Atrocities in Srebrenica are Unproven," The Daily Telegraph, July 24, 1995.

Ver Parte I y Parte II de la Masacre de Srebrenica.

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