miércoles, 30 de enero de 2013

No esperamos que un político sea tan franco




No es nada normal hoy en día que un político hable con sinceridad, que hable con honestidad. No importa si se habla de izquierda, derecha,  centro, mediocentro, arriba o abajo. El discurso normal de los políticos profesionales hoy es la mentira, la hipocresía o la superficialidad. ¿Quién se atreve a hablar sobre los motivos económicos por los que se promueven las agresiones militares, las guerras? ¿Quién se atreve a condenar la agresión contra países  soberanos que sucede hoy en día en América, África, Asia, Europa o en cualquier otra parte del mundo? ¿Ejemplos? Venezuela, Yugoslavia, Irak, Libia, Afganistán, Costa de Marfil, Sudán, Somalia, Zimbawe, Irán, Siria, Pakistán, etc, etc. Agresiones contra sus gobiernos, contra sus gentes, contra su independencia. ¿Recordamos el papel de los partidos políticos españoles respecto a la agresión contra Siria o contra Libia?
Estamos acostumbrados a vivir con lo intolerable, con lo indecente, con lo deshonesto, con lo que es claramente criminal, como son estas agresiones y matanzas que se hacen contra otros países. Matanzas y pillaje que se trata de amparar en supuestos argumentos por los derechos humanos. Una enorme incongruencia, una enorme mentira. No obstante, no todo el mundo es corrupto, no todo el mundo es amoral, no todo el mundo se vende, no todo el mundo miente. Así tenemos un caso poco común en la política profesional que sufrimos, tan corrompida y vendida al poder económico. Este caso que expongo es la intervención de un parlamentario, Laurent Louis, en el parlamento belga en enero de este año 2013.

...lo que está pasando en el mundo de hoy no me hacer reír en absoluto. No me hacer reír porque sin ninguna duda los líderes de los países occidentales toman a la gente por imbécil con la ayuda y apoyo de los medios de comunicación, que no son hoy otra cosa que un órgano de propaganda de las potencias dominantes.(1)

 No es ninguna broma lo que pasa en el mundo, con el desprecio del poder económico y político hacia el ciudadano común, hacia el ciudadano de a pie, al que toman por un estúpido. Le cuentan una milonga en los medios de comunicación sobre las buenas intenciones que tienen y la ayuda humanitaria que van a prestar con sus terribles ejércitos, mientras por el otro lado se llenan los bolsillos de dinero y se dedican a una vida de vicio y de amplio derroche. Los "estúpidos" ya se tragarán la historia humanitaria, piensan y se ríen. Ríen a carcajada mientras mucha gente muere allí, en África, Asia u Oriente medio. Gracias a su ayuda, a su ayuda deshumanizada, les ayudan a exterminarse con terribles bombas y el expolio y explotación que vendrá después.

A lo largo del mundo las actuaciones militares y la desestabilización de regímenes son cada vez más frecuentes. La guerra preventiva se ha convertido en la norma.  Y hoy, en nombre de la democracia y de la lucha contra el terrorismo nuestros estados se conceden ellos mismos el derecho para violar la soberanía e independencia de otros países y derrocar a sus líderes legítimos.(1)

¿Cómo, ya en el siglo XXI, se ha regresado a un mal del pasado, a lo peor del colonialismo? ¿A la falta de respeto hacia otros países, hacia otros gobiernos, hacia la independencia de otras gentes de otros lugares? ¿Por el falso y tramposo discurso de la izquierda con su justificación humanitaria? ¿Por la corrupción de la izquierda sometida al poder económico? ¿Por las mentiras de la izquierda que engaña a la gente? ¿Por las mentiras de los medios de comunicación y de las organizaciones apodadas como humanitarias? La izquierda ha mentido mucho, se ha prostituido seguramente demasiado como para ahora tratar de mostrar que pueden mejorar el mundo. ¿Recordamos algo de esa izquierda? Aquí tienen dos enlaces: El mal ejemplo de Democracy Now!, y de la izquierda, y La izquierda, la crisis y la justificación del colonialismo por motivos humanitarios. Y de los medios de comunicación, de los medios corporativos, ¿qué decir?, ¿qué decir de su falta de ética periodística y humana?, ¿qué decir de su servilismo y de su cobardía?. Aquí tienen algunos ejemplos: Los medios de comunicación y la guerra en Libia, Los medios de comunicación corporativos y la guerra contra Siria, o Racismo y barbarie en los medios de comunicación españoles. De las organizaciones humanitarias tenemos situaciones igualmente inmorales y deplorables: La manipulación emocional de las personas, La OTAN no trae el progreso al mundo, aunque Amnistía Internacional haga campaña por ello, o El papel de Amnistía Internacional en la guerra contra Siria. Ante este panorama,  ¿se extrañan de que el ciudadano de la calle se sienta decepcionado, profundamente decepcionado y desalentado? No es nada extraño que se sienta así, motivos tiene, motivos tenemos, de sobra.

Ha habido Irak y Afganistán, las guerras de la mentira americana. Llegó más tarde Tunez, Egipto, Libia, donde, gracias a sus decisiones, nuestro país ha participado en primero línea en crímenes contra la humanidad para derrocar en cada caso regímenes progresistas y moderados y sustituirlos por regímenes islamistas, y, no es extraño, que la primera voluntad fue implantar la ley Sharia.(1)

Esta es la patraña, la mentira, el engaño de la apodada como Primavera Árabe, aprovechar la ingenuidad de la gente y las mentiras de las organizaciones "humanitarias" y "progresistas" para llevar al desastre y al atraso de más de un siglo a muchos países. Todo con el fin de volver a someterlos y explotarlos.

Así en medio de esta crisis económica, cuando más y más belgas no pueden  tener ya una casa, alimentarse, calentarse y curarse [...] Bien, el ministro de Asuntos Exteriores decidió ofrecer a los rebeldes sirios ¡9 millones de euros! Por supuesto, ellos intentarán hacernos creer que este dinero será usado con fines humanitarios... ¡una mentira más! Como ustedes pueden ver, durante meses nuestro país está solo participando para poner regímenes islámicos en el Norte de África y en Oriente Medio. Así, cuando  ellos vienen y pretenden ir a la guerra con el objeto de  luchar contra el terrorismo en Mali, bien... me dan ganas de reír. ¡Es falso! Bajo la apariencia de buenas acciones nosotros intervenimos para defender los intereses financieros y para colmar una mentalidad neocolonial. (1)

Si es que los motivos de las guerras no han cambiado, ni tampoco los que la pagan, aquí y allí, recuerden lo que nos contaba Ramón J. Sender de la guerra en África:


—¡Dios, Dios! ¿Qué habremos hecho pa que nos metan este tiberio? En España nadie sabe lo que aquí pasa. De vez en cuando dicen los periódicos: «Nuestros soldados mueren en África», pa molestar al Gobierno; pero el pueblo y los ministros ya se han acostumbrao. ¿Bueno, y qué? Aquello está lejos, y en todo caso es la defensa de la Patria. Oye, tú, muchacho: ¿Sabes qué es la Patria?
El de al lado lo mira desde lo hondo de las órbitas cárdenas y se encoge de hombros. Insiste Viance, obsesionado. El otro habla, por fin:
—El sargento nos lo dijo de quintos; pero no me acuerdo.
Ah, rediós; la Patria no es más que las acciones del accionista. Se lo han dicho el otro día unos obreros catalanes que están en la segunda compañía, y con razones bien claras. Pero el compañero no le atiende. (2)

No han cambiado los motivos de la guerra, pero tampoco han cambiado sus mentiras, sus mentiras expresadas como ayuda humanitaria, como defensa de la población. Población a la que luego bombardearán de forma inmisericorde los "humanitarios" ejércitos que iban como ayuda "humanitaria". A las palabras se les hace perder su significado, engañando a la gente, mintiendo a la gente, manipulando emocionalmente a la gente. Qué peligroso es todo esto:

La manipulación de los sentimientos humanos es una de las más poderosas y dañinas armas que tiene el ser humano, de hecho ninguna es comparable en su capacidad de movilización para provocar unos efectos tan trágicos, pensando además que se ha hecho algo bueno, que se ha hecho incluso el bien. (3)

Aquí pueden ver la intervención de este parlamentario belga, merece la pena escucharla, merece la pena atenderla y no olvidarla: Intervención del parlamentario belga.


Notas:
(1) Belgian MP Laurent Louis stands against war in Mali and exposes the international neo-colonial plot. 27.1.2013. Enlace
(2) Ramón J. Sender. Imán. 1930.
(3) Mikel Itulain. La manipulación emocional de las personas. El testimonio del niña Nayirah. Enlace




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