miércoles, 30 de enero de 2013

No esperamos que un político sea tan franco




No es nada normal hoy en día que un político hable con sinceridad, que hable con honestidad. No importa si se habla de izquierda, derecha,  centro, mediocentro, arriba o abajo. El discurso normal de los políticos profesionales hoy es la mentira, la hipocresía o la superficialidad. ¿Quién se atreve a hablar sobre los motivos económicos por los que se promueven las agresiones militares, las guerras? ¿Quién se atreve a condenar la agresión contra países  soberanos que sucede hoy en día en América, África, Asia, Europa o en cualquier otra parte del mundo? ¿Ejemplos? Venezuela, Yugoslavia, Irak, Libia, Afganistán, Costa de Marfil, Sudán, Somalia, Zimbawe, Irán, Siria, Pakistán, etc, etc. Agresiones contra sus gobiernos, contra sus gentes, contra su independencia. ¿Recordamos el papel de los partidos políticos españoles respecto a la agresión contra Siria o contra Libia?
Estamos acostumbrados a vivir con lo intolerable, con lo indecente, con lo deshonesto, con lo que es claramente criminal, como son estas agresiones y matanzas que se hacen contra otros países. Matanzas y pillaje que se trata de amparar en supuestos argumentos por los derechos humanos. Una enorme incongruencia, una enorme mentira. No obstante, no todo el mundo es corrupto, no todo el mundo es amoral, no todo el mundo se vende, no todo el mundo miente. Así tenemos un caso poco común en la política profesional que sufrimos, tan corrompida y vendida al poder económico. Este caso que expongo es la intervención de un parlamentario, Laurent Louis, en el parlamento belga en enero de este año 2013.

...lo que está pasando en el mundo de hoy no me hacer reír en absoluto. No me hacer reír porque sin ninguna duda los líderes de los países occidentales toman a la gente por imbécil con la ayuda y apoyo de los medios de comunicación, que no son hoy otra cosa que un órgano de propaganda de las potencias dominantes.(1)

 No es ninguna broma lo que pasa en el mundo, con el desprecio del poder económico y político hacia el ciudadano común, hacia el ciudadano de a pie, al que toman por un estúpido. Le cuentan una milonga en los medios de comunicación sobre las buenas intenciones que tienen y la ayuda humanitaria que van a prestar con sus terribles ejércitos, mientras por el otro lado se llenan los bolsillos de dinero y se dedican a una vida de vicio y de amplio derroche. Los "estúpidos" ya se tragarán la historia humanitaria, piensan y se ríen. Ríen a carcajada mientras mucha gente muere allí, en África, Asia u Oriente medio. Gracias a su ayuda, a su ayuda deshumanizada, les ayudan a exterminarse con terribles bombas y el expolio y explotación que vendrá después.

A lo largo del mundo las actuaciones militares y la desestabilización de regímenes son cada vez más frecuentes. La guerra preventiva se ha convertido en la norma.  Y hoy, en nombre de la democracia y de la lucha contra el terrorismo nuestros estados se conceden ellos mismos el derecho para violar la soberanía e independencia de otros países y derrocar a sus líderes legítimos.(1)

¿Cómo, ya en el siglo XXI, se ha regresado a un mal del pasado, a lo peor del colonialismo? ¿A la falta de respeto hacia otros países, hacia otros gobiernos, hacia la independencia de otras gentes de otros lugares? ¿Por el falso y tramposo discurso de la izquierda con su justificación humanitaria? ¿Por la corrupción de la izquierda sometida al poder económico? ¿Por las mentiras de la izquierda que engaña a la gente? ¿Por las mentiras de los medios de comunicación y de las organizaciones apodadas como humanitarias? La izquierda ha mentido mucho, se ha prostituido seguramente demasiado como para ahora tratar de mostrar que pueden mejorar el mundo. ¿Recordamos algo de esa izquierda? Aquí tienen dos enlaces: El mal ejemplo de Democracy Now!, y de la izquierda, y La izquierda, la crisis y la justificación del colonialismo por motivos humanitarios. Y de los medios de comunicación, de los medios corporativos, ¿qué decir?, ¿qué decir de su falta de ética periodística y humana?, ¿qué decir de su servilismo y de su cobardía?. Aquí tienen algunos ejemplos: Los medios de comunicación y la guerra en Libia, Los medios de comunicación corporativos y la guerra contra Siria, o Racismo y barbarie en los medios de comunicación españoles. De las organizaciones humanitarias tenemos situaciones igualmente inmorales y deplorables: La manipulación emocional de las personas, La OTAN no trae el progreso al mundo, aunque Amnistía Internacional haga campaña por ello, o El papel de Amnistía Internacional en la guerra contra Siria. Ante este panorama,  ¿se extrañan de que el ciudadano de la calle se sienta decepcionado, profundamente decepcionado y desalentado? No es nada extraño que se sienta así, motivos tiene, motivos tenemos, de sobra.

Ha habido Irak y Afganistán, las guerras de la mentira americana. Llegó más tarde Tunez, Egipto, Libia, donde, gracias a sus decisiones, nuestro país ha participado en primero línea en crímenes contra la humanidad para derrocar en cada caso regímenes progresistas y moderados y sustituirlos por regímenes islamistas, y, no es extraño, que la primera voluntad fue implantar la ley Sharia.(1)

Esta es la patraña, la mentira, el engaño de la apodada como Primavera Árabe, aprovechar la ingenuidad de la gente y las mentiras de las organizaciones "humanitarias" y "progresistas" para llevar al desastre y al atraso de más de un siglo a muchos países. Todo con el fin de volver a someterlos y explotarlos.

Así en medio de esta crisis económica, cuando más y más belgas no pueden  tener ya una casa, alimentarse, calentarse y curarse [...] Bien, el ministro de Asuntos Exteriores decidió ofrecer a los rebeldes sirios ¡9 millones de euros! Por supuesto, ellos intentarán hacernos creer que este dinero será usado con fines humanitarios... ¡una mentira más! Como ustedes pueden ver, durante meses nuestro país está solo participando para poner regímenes islámicos en el Norte de África y en Oriente Medio. Así, cuando  ellos vienen y pretenden ir a la guerra con el objeto de  luchar contra el terrorismo en Mali, bien... me dan ganas de reír. ¡Es falso! Bajo la apariencia de buenas acciones nosotros intervenimos para defender los intereses financieros y para colmar una mentalidad neocolonial. (1)

Si es que los motivos de las guerras no han cambiado, ni tampoco los que la pagan, aquí y allí, recuerden lo que nos contaba Ramón J. Sender de la guerra en África:


—¡Dios, Dios! ¿Qué habremos hecho pa que nos metan este tiberio? En España nadie sabe lo que aquí pasa. De vez en cuando dicen los periódicos: «Nuestros soldados mueren en África», pa molestar al Gobierno; pero el pueblo y los ministros ya se han acostumbrao. ¿Bueno, y qué? Aquello está lejos, y en todo caso es la defensa de la Patria. Oye, tú, muchacho: ¿Sabes qué es la Patria?
El de al lado lo mira desde lo hondo de las órbitas cárdenas y se encoge de hombros. Insiste Viance, obsesionado. El otro habla, por fin:
—El sargento nos lo dijo de quintos; pero no me acuerdo.
Ah, rediós; la Patria no es más que las acciones del accionista. Se lo han dicho el otro día unos obreros catalanes que están en la segunda compañía, y con razones bien claras. Pero el compañero no le atiende. (2)

No han cambiado los motivos de la guerra, pero tampoco han cambiado sus mentiras, sus mentiras expresadas como ayuda humanitaria, como defensa de la población. Población a la que luego bombardearán de forma inmisericorde los "humanitarios" ejércitos que iban como ayuda "humanitaria". A las palabras se les hace perder su significado, engañando a la gente, mintiendo a la gente, manipulando emocionalmente a la gente. Qué peligroso es todo esto:

La manipulación de los sentimientos humanos es una de las más poderosas y dañinas armas que tiene el ser humano, de hecho ninguna es comparable en su capacidad de movilización para provocar unos efectos tan trágicos, pensando además que se ha hecho algo bueno, que se ha hecho incluso el bien. (3)

Aquí pueden ver la intervención de este parlamentario belga, merece la pena escucharla, merece la pena atenderla y no olvidarla: Intervención del parlamentario belga.


Notas:
(1) Belgian MP Laurent Louis stands against war in Mali and exposes the international neo-colonial plot. 27.1.2013. Enlace
(2) Ramón J. Sender. Imán. 1930.
(3) Mikel Itulain. La manipulación emocional de las personas. El testimonio del niña Nayirah. Enlace




lunes, 28 de enero de 2013

La guerra de África relatada por Ramón J. Sender. Parte VI. Las causas de la guerra.

Imágen de la caricaturista Pawla Kuczynskiego


—¡Dios, Dios! ¿Qué habremos hecho pa que nos metan este tiberio? En España nadie sabe lo que aquí pasa. De vez en cuando dicen los periódicos: «Nuestros soldados mueren en África», pa molestar al Gobierno; pero el pueblo y los ministros ya se han acostumbrao. ¿Bueno, y qué? Aquello está lejos, y en todo caso es la defensa de la Patria. Oye, tú, muchacho: ¿Sabes qué es la Patria?
El de al lado lo mira desde lo hondo de las órbitas cárdenas y se encoge de hombros. Insiste Viance, obsesionado. El otro habla, por fin:
—El sargento nos lo dijo de quintos; pero no me acuerdo.
Ah, rediós; la Patria no es más que las acciones del accionista. Se lo han dicho el otro día unos obreros catalanes que están en la segunda compañía, y con razones bien claras. Pero el compañero no le atiende.(1)

Ah, ¡r...!, decían los obreros catalanes, que unos matan y mueren para que otros sacien su codicia, para que se disparen las acciones del accionista, para que quiten el dinero a la gente y unos pocos se lo repartan; eso es la guerra, la excusa de la guerra y de la patria, y la cantinela de los periódicos.
Los periódicos poca verdad dicen y aún menos en tiempos de guerra. La prensa mitifica la realidad, la enmascara, la oculta; engañando, abobando, entonteciendo a la gente; favoreciendo los  intereses del accionista y del propietario que dirige el periódico. Engañan a casi toda la gente, pero no a los soldados que sufren las verdaderas secuelas de ese disparate loco que es la guerra.

«¡Claro! —piensa Viance—. Nosotros somos los que en la prensa y en las escuelas llaman héroes. Llevar sesos de un compañero en la alpargata, criar piojos y beber orines, eso es ser héroes. Yo soy un héroe. ¡Un héroe! ¡Un hé-ro-e!» La palabra, al repetirla, pierde sentido y llega a sonar como el gruñido de un animal o el ruido de una cosa que roza con otra. (1)

¿Qué héroes?,(2) preguntaría cualquiera con dos dedos de frente. Penurias, miseria, corrupción, destrucción y muerte, esa es la gloria de la guerra. Esto, no obstante, no lo conocerán los niños, tampoco los más mayores, para eso está la escuela, para eso está la prensa.
Las  causas de la guerra, ayer, como hoy, las mismas, lo mismo de lo mismo. Y los hombres y las mujeres haciendo lo mismo, repitiendo lo mismo, eso mismo, en un círculo de entontecimiento, de brutalidad envuelta en mentiras, en mentiras que matan. Ayer, como hoy, la guerra enriqueciendo a unos pocos y arruinando y matando a la mayoría. Qué canción tan triste, qué inteligencia y conocimiento tan escaso. Y, ayer como hoy.

...las guerras no se producen porque los seres humanos pierden la cabeza súbitamente y comienzan a matarse unos a otros. Esto, por más que lo hemos escuchado, no es así, nunca fue así. Detrás, detrás de todas esas ampulosas, dramáticas, emotivas, dolorosas y, principalmente, falaces justificaciones, estaban los intereses económicos. No importa si se mira a la época de Grecia, a la  de Roma, a la de la Iglesia Católica, de Castilla, de Inglaterra, de Japón o de Estados Unidos,  no importa si era antes de nuestra era o en el siglo II, el X, el XX o el XXI, detrás, bien ocultos, estaban y están los intereses de su élite, intereses siempre determinados por el aspecto económico. (3)

¿Hay alguien que no sepa esto?

¿Hay algún hombre o mujer –que digo, hay siquiera un niño- que no sepa que la semilla de la guerra en el mundo moderno es la  rivalidad industrial y comercial?... Esta guerra ha sido una guerra industrial y comercial.(4)
W. Wilson, presidente de Estados Unidos e incitador a la guerra.

Ya lo creo que  hay.

Notas:
(1) Ramón J. Sender. Imán. 1930.
(2) Mikel Itulain Los héroes de la guerra.Enlace
(3) Mikel Itulain. Los intereses económicos detrás de la guerra en Siria. Enlace
(4) Notas tomadas de: Mikel Itulain.  Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. Libertarias. 2012; y de: Howard Zinn. A People´s History of The United States. Chapter 12. New York: Harper Colllins Publications, 2003

sábado, 26 de enero de 2013

Una comparativa entre la democracia en España y la democracia en Libia durante la época de Gadafi.



Sí, alguno, y más de alguno, se sentirá escandalizado por decir que en el país donde vivía Muamar al Gadafi, Libia, había democracia. Tendrían que explicar estos por qué tal actitud, por qué tal escándalo. ¿Por qué  no es lo que contaban y cuentan los medios de comunicación una y otra vez? ¿Por qué ellos han vivido  en Libia y pueden decir que allí la gente estaba muy mal y era olvidada por el poder? Me gustaría encontrar a alguien que sostuviese la segunda cuestión con hechos, con hechos reales, no con facilona propaganda.
En primer lugar yo me plantearía discutir por qué piensa alguien que en España hay una democracia. ¿Qué hay de democrático en lo que ocurre con el sistema político y económico en España? ¿qué eliges a un partido político que luego no te hace ni caso, que no te consulta, que no tiene en cuenta tus problemas, que  no respeta ni su mediocre programa electoral? ¿Qué hay de democrático en eso? Y, de la economía, ¿qué decisiones toma el español de a pie respecto a la  economía de su país? ¿cómo se beneficia de ella? o, por el contrario, ¿la economía está pensada para la codicia de unos pocos? Creo que en España los hechos son elocuentes y hablar de democracia no deja de ser un juego de palabras donde a las palabras se les ha hecho perder su significado. Hoy los españoles están comprobando hasta qué punto es un fraude su sistema político y económico y en especial lo están sufriendo los jóvenes, que hasta ahora vivían en un limbo que les va a pasar una seria factura.
Bueno, y de  Libia, ¿qué se puede decir? Mejor dicho que se podía decir, porque tras el brutal ataque militar colonial de la  Unión Europea y Estados Unidos sobre ella ha sido completamente destruida.
Bien, en Libia había algunas cosas llamativas, la educación, incluida la universitaria, era gratuita, esto no pasa en España, donde hay que pagar mucho por la educación superior, que será solo accesible a las clases altas; y se cuida cada vez menos la enseñanza pública. Por cierto, la electricidad era prácticamente gratuita y los préstamos se hacían sin interés, 1 también "parecido" a lo que sucede aquí, donde la factura de la  luz es un fraude y un robo. 2 Y de los préstamos bancarios qué decir, ¿no? Piensen un poco en estas cosas.
Continuamos, en esa Libia no había personas desamparadas sin hogar, todos tenían una casa donde vivir, no había gente durmiendo a la intemperie. También parecido a aquí, ¿verdad? Más, los recién casados recibían 50.000 dólares para comenzar su nueva vida. Aquellos que deseaban dedicarse al trabajo en el campo tenían tierra, ganado, semillas y maquinaria que les aportaba el  gobierno sin cobrarles. ¿Se imaginan algo así aquí? Vamos, ni en el mayor de los sueños. Cuando alguien no encontraba empleo recibía un salario, un salario equivalente al medio de su sector o profesión. Ya ni les pregunto qué les parece tal medida, porque alguno no saldrá de su incredulidad. Vuelvan a imaginar eso en España, les va a hacer falta mucha imaginación. Podría citarles otras muchas ayudas más. Especialmente como el que los libios recibían el beneficio que tenía el país por sus recursos energéticos, porque ellos eran también propietarios de sus reservas energéticas. Similar también a lo que sucede en este Reino que nos ha tocado sufrir, donde los españoles son marginados completamente de los beneficios de la riqueza de su país. 1
Si les digo que en Libia en 1969, tras la revuelta popular que acabó con la dictadura colonial del Rey Idris I, se estableció un sistema donde la opinión de sus habitantes tenía peso e importancia a través de los comités y congresos que se establecían en cada lugar, no en una capital lejana alejados de la influencia popular, como sucede en Europa y Estados Unidos, tampoco puede que lo hayan oído.
 El Estado nación de Libia fue dividido entre varias pequeñas comunidades que eran esencialmente "mini Estados autónomos". Estos Estados autónomos ejercían el control sobre sus distritos y podían decidir sobre toda una gama de asuntos, entre otros, cómo repartir los beneficios del petróleo y los fondos presupuestarios. Entre estos Estados semiautónomos, los tres principales órganos de la democracia Libia eran los Comités locales, los Congresos del Pueblo y los Comités Ejecutivos Revolucionarios. 3
Igual esto que les cuento les suena escandaloso, igual les suena a chino, pero a mí me suena a democracia, a lo que básicamente debía hacer una democracia; esto es: escuchar a sus ciudadanos, que los ciudadanos no solo sean escuchados, sino que tomen parte en las decisiones directamente y que también se beneficien de la riqueza de su nación, repartiendo los beneficios.
Todos los libios podían tomar parte en las reuniones de los comités locales y a veces se criticaba al Coronel Gadafi. De hecho, en muchas ocasiones se rechazaban sus propuestas con el voto popular y quedaba aprobada la contraria como propuesta legislativa. ...en 2009, el Coronel Gadafi presentó una propuesta que esencialmente trataba de abolir el Gobierno central completamente y dar todo el dinero procedente del petróleo directamente a cada familia. Los Congresos Populares también rechazaron esta idea. El común de los libios tomaba decisiones relacionadas con política exterior, Doméstica y Económica por sí mismos. 3
No voy a decir que Libia fuese una democracia perfecta, porque no lo era, pero era en cierta forma algo que se parecía  a lo que puede llamarse democracia. 
Libia al mismo tiempo hizo cosas importantes en el exterior, especialmente en África, que les recomiendo ver en este enlace: Muamar Gadafi, luces y sombras. 4
Respecto a España, ¿qué pintan los españoles, los españoles normales, en las decisiones que se toman en sus parlamentos, en su parlamento; en lo que se hace a nivel económico; en lo que se hace en cualquier aspecto? ¿Nada? o ¿menos que nada?
Piensen un poco, aunque les moleste lo que he escrito. Y piensen también, aquellos que lo hicieron, cuando apoyaron esa terrible guerra, criminal y destructora, contra un país que tenía un progreso real, piensen en las justificaciones que dieron, que escucharon para que  esto tuviese lugar. Aquí les aconsejo este texto donde se recuerdan aquellas mentiras humanitarias que provocaron una tragedia: Los medios de comunicación y la guerra en Libia. 5 Una tragedia en nombre de los derechos humanos, aunque en realidad fue una guerra comercial ayudada con la falsa excusa humanitaria.  Piensen también en la situación en la que están la mayor parte de los libios hoy, que han tenido que huir en masa del país, que han sufrido la brutal persecución, eso sí, aquellos que lograron sobrevivir. Les recomiendo aquí los informes que están emitiendo organizaciones como Ojos para la Paz. Vuelvan a pensar en qué ha convertido el poder económico occidental el norte de África y Oriente Medio. En un mundo de barbarie y fanatismo, que tarde o temprano nos llegará a nosotros, como llegaron en su día los atentados del metro de Madrid. Todo ello con el objetivo de mantener el colonialismo en toda África, de mantener en el tercer mundo a África, y de paso ya también ahora a la propia Europa; una Europa adormecida e inconsciente.
Recuerden como los medios de comunicación corporativos, y los disfrazados de alternativos, que han mantenido ignorante a la población en occidente, mantuvieron esa ignorancia respecto al apoyo de los libios a su gobierno. 6
A los que llamen dictador al líder libio les convendría hacer una comparación. Comparen como llegó al poder y lo que ha hecho por las personas de su país Muamar Gadadi con Juan Carlos Borbón, comparen lo que se dice en este texto y en el ya arriba mencionado: Muamar Gadafi: luces y sombras, con la vida y actuación del Rey español: El Rey de los españoles: un Rey que no debió serlo

Referencias:
(1) Sixteen things Libya will never see again. Disinfo.com. Global Research. 25.10.2011.
(2) Antonio Moreno Alfaro. La estafa en los contadores de la luzEnlace
(3) Garikai Chengu.  Gaddafi's Libya Was Africa 's Most Prosperous Democracy. Counter Currents.org, 12.1.2013. Hay traducción al castellano: Enlace
(4) Mikel Itulain. Muamar Gadafi, luces y sombras. Tercera Información, 21.10.2012.
(5) Mikel Itulain. Los medios de comunicación y la guerra en Libia. Enlace
(6) Libyan  majority in support of Gadafi. Press Tv. 21.6.2011. 




jueves, 24 de enero de 2013

Cuándo saldrán los españoles de la crisis



Este artículo no tiene nada que ver con una profecía, con una idea teórica, este artículo habla del sufrimiento humano, de la incompetencia humana,  de la necedad humana, de la banalidad y la venalidad humanas, del egoísmo humano, de la irresponsabilidad humana, de la inconsciencia humana, de la maldad humana y de otras muchas cosas más. Habla de todo ello porque habla de la crisis que están sufriendo los españoles, los españoles de a pie, y está crisis tiene todas esas características humanas y unas cuantas más.
Los españoles, los españoles de a pie, repito, no saldrán de la crisis twiteando, tonteando o cenando en un McDonald´s. No saldrán de ella escuchando las voces de los amos que ahora les ponen las cadenas, me refiero a los medios de comunicación. Quien sigue los consejos  de quien le hace mal puede que merezca algo de ese mal. Tampoco saldrán de ella parloteando, quejándose y quejándose. En España es muy habitual, y también muy irresponsable, la táctica de la pataleta, que a nada conduce y no hace sino mostrar la falta de recursos y de valentía de quien la hace. Me quejo  pero al  rato hago lo contrario de lo que decía que se debía hacer o no hago nada de nada. Este discurso vacío se puede oír en cualquier bar. 
Los españoles saldrán de la crisis cuando sufran más,  cuando se enteren de una vez  cómo funcionan las  cosas, cuando se enteren quién es el que manda y quién el que se somete en una sociedad donde unos pocos son los propietarios y unos muchos son los siervos o algo peor. Los españoles  saldrán  de la crisis cuando despierten del sueño irresponsable y lamentable en el que vivían. Saldrán de ella cuando por primera vez en su vida empiecen a luchar y a defenderse, cuando luchen por primera vez en su vida con valentía y decisión contra los verdaderos responsables de su penuria.
El cambio social no vendrá porque un intelectual diga esto o aquello, porque un partido político corrompido trate de engañar a este y a aquel, el  cambio social vendrá de la lucha, de la lucha que surja del sufrimiento y de pagar en tus carnes tus propias irresponsabilidades y tu propia ingenuidad. De dejarse de palabras huecas y pasar a la acción.
Allende, el presidente chileno que  luchó hasta el final por un mundo realmente democrático y humano, por un mundo mejor, dijo algo que la mayoría de la juventud hoy no entiende, tal vez dentro de cinco años lo entiendan mejor:

 ...la revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo, la revolución pasa por las grandes masas, la revolución la hacen los pueblos, la revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores...

Los cambios sociales no vienen porque a la gente le da un punto, porque simplemente no le gusta algo, no, los cambios sociales, las revoluciones, vienen cuando el dolor, el hambre y hasta la muerte empujan a los hombres a cambiar algo que los mata. Los cambios no vienen con bonitas palabras, ninguno vino así. Hay profesores universitarios a los que les gusta hablar de Gandhi, pero no dicen el carácter racista de Gandhi hacia los de piel de color negra en África y de la guerra en la que participó él en el lado británico contra los nativos africanos, tampoco dicen que Gandhi no llevó la justicia social a la India, como hoy la está llevando Hugo Chávez a Venezuela.
Hoy en España a la gente se la humilla y se la puede humillar más y más. España no tiene una buena solución, no tiene un fácil porvenir, su gente no responde como debiera y son muy fáciles de engañar y de explotar.

El estado de bienestar nos ha vacunado contra la revolución. Siento simpatía absoluta por el 15 M pero hay que reconocer que su efectividad es nula. Si piensas que por agitar las manitas blancas los señores de los consejos de administración, que están al margen de cualquier crisis, van a cambiar de parecer… Los derechos se conquistan a base de sangre y lucha, pero vivimos una epidemia de buenismo que nos hacer creer que haciendo actos simbólicos vamos a conservar el trabajo. (1)

Los españoles han olvidado su pasado, su pasado de lucha y de dignidad, ahora prima más la inconsciencia y la irresponsabilidad. Todo esto hasta ahora, pero, ¿qué harán los trabajadores cuando el agua llegue al cuello de la mayoría de ellos?, ¿cuándo ya no haya esperanza? No subestimemos a los trabajadores españoles, los que levantan el país, los que hacen el país, los que son el país. Si no lo creen recuerden su pasado:

A largo plazo -y es importante recordar que sólo a largo plazo-, la clase obrera sigue siendo el enemigo más encarnizado del fascismo, por la sencilla razón de que es la que más ganaría con una reorganización decente de la sociedad.
A diferencias de otras clases o estamentos, no se la puede sobornar eternamente.

Con todo, eso no altera el hecho de que la clase obrera seguirá luchando contra el fascismo aunque los demás cedan. Un rasgo sorprendente de la conquista nazi de Francia ha sido la cantidad de defecciones que ha habido entre los intelectuales, incluso entre la intelectualidad política de izquierdas. Los intelectuales son los que más gritan contra el fascismo, pero un respetable porcentaje se hunde en el derrotismo cuando llega el momento. Saben ver de lejos las probabilidades que tienen en contra, y además, se los puede sobornar, pues es evidente que los nazis piensan que vale la pena sobornar a los intelectuales. Con los trabajadores sucede al revés: demasiado ignorantes para ver las trampas que les tienden, creen con facilidad en las promesas del fascismo, pero tarde o temprano siempre reanudan la lucha; y así debe ser, porque siempre descubren en sus propias carnes que las promesas del fascismo no se pueden cumplir. Para amordazar de una vez por todas a la clase trabajadora, los fascistas tendrían que subir el nivel de vida general, cosa que ni pueden ni probablemente quieren hacer.(2)

Cambien la palabra fascismo por neoliberalismo, muy similares en sus consecuencias sociales ya que son las mismas familias poderosas quienes lo dirigían y dirigen, (3) y verán lo que puede suceder tarde o temprano en España, sino al tiempo.
La necesidad, una vez más en la historia, mueve, moverá, a las personas.

 http://miguel-esposiblelapaz.blogspot.com.es/

Notas:
 (1) "Chabolas con Wifi": así será España en un par de años. Entrevista a Ramón Muñoz. El Confidencial, 12.12.2002.   Entrevista en RT: Enlace
(2) George Orwell. Recuerdos de la guerra civil española, 1942.
(3) Mikel Itulain. La influencia del poder económico en el auge del fascismoEnlace